Ejercicio y cáncer, Paciente oncológico

Ejercicio y Cáncer: Mitos y Realidades

La mayoría de información que les llega a los pacientes oncológicos a cerca de la realización de ejercicio son mitos que se alejan de la realidad (científica), así que decidí hacer un post repasando los principales mitos ¿Me acompañas?

MITO 1: El paciente con cáncer no puede hacer ejercicio.

Con más frecuencia de la que debiese, cuando un paciente reciba el diagnóstico de cáncer y comienza con el tratamiento se le suele desaconsejar que haga ejercicio, y no se les suele dar pautas más allá de las generales como «camina», «sigue activo/a», «lo que tu cuerpo te pida» o «mejor espera».

Esto se debe principalmente a que el/la paciente va a sufrir multitud de efectos secundarios y modificaciones en el estado fisico del paciente, lo cual genera una nueva situación para el paciente. Ante el desconocimiento, tanto del paciente como a veces el profesional sanitario que lo atiende, lo más seguro pareciese que el paciente no realizase ningún otro tipo de actividad. Sin embargo, los estudios científicos han demostrado que el ejercicio mejora la función, disminuye los síntomas y atenúa los efectos secundarios, mejora la composición corporal o frena el deterioro físico, además de disminuir el cansancio. Eso sí, la literatura científica que estos ejercicios deben ser personalizados, supervisados y adaptados a la situación de cada paciente. Por tanto:

REALIDAD 1 : El paciente con cáncer DEBE hacer ejercicio.


MITO 2: El paciente con cáncer no puede hacer ejercicio durante el tratamiento.

Precisamente, tanto el tratamiento oncológico como el desacondicionamiento que puede llevar el reposo o el cansancio hace que se vea favorecida la pérdida de masa muscular y la función. A día de hoy, sabemos que cuanto menor es la cantidad de músculo, peor pronóstico de la enfermedad, mayor riesgo de mortalidad y de recibidas y mayor impacto de efectos secundarios del tratamiento ¿No te parecen motivos suficientes para incluir ejercicio durante el tratamiento? De hecho, las principales guías oncológicas lo recomiendan. Sin embargo, la triste realidad es que aún hay pacientes que reciben recomendaciones generales tales como «Aún es muy pronto. Mejor espera a terminar el tratamiento. Ahora mejor sólo camina o descansa». Por tanto:

REALIDAD 2: El ejercicio físico durante el tratamiento oncológico es beneficioso.


MITO 3: El paciente con cáncer debe sentirse bien para hacer ejercicio.

Si tienes una caries ¿Esperas a que se te solucione para ir al dentista, o acudes al dentista para que te ayude?

Si te han operado ¿Esperas a que puedas hacer vida normal para ir a fisioterapeuta, o acudes al fisioterapeuta para hacer un programa de rehabilitación física? Ah no, espera, que esto sí es muy frecuente. Los fisioterapeutas hemos estudiado una carrera universitaria, y como profesión independiente, estamos capacitados para la toma de decisiones en el ámbito sanitario (aunque a veces parece que para la sociedad no sabemos cómo actuar)

En el caso de un paciente oncológico, el fisioterapeuta valora qué te ocurre, por qué te sientes cansado/a (qué tratamiento has recibido, cómo está tu análisis de sangre, qué otras enfermedades padeces, qué medicación tomas, etc) para decidir qué ejercicio es el más adecuado para ti. Y si es necesario la realización de alguna prueba o la opinión de otro compañero sanitario, derivamos. No se trata de clases colectivas ni de ejercicio con fines de entretenimiento, diversión o estéticos; se trata de ayudarte en tu proceso oncológico para que puedas beneficiarte con seguridad, con supervisión sanitaria.

¿Te van a operar? Lleguemos con a mayor independencia posible a la cirugía

¿Tienes programada Radioterapia? Hagamos que llegues lo más fuerte posible.

¿Estás con quimioterapia? Hagamos que la toleres mejor.

REALIDAD 3: El paciente con cáncer debe realizar ejercicio como estrategia terapéutica (ejercicio terapéutico)

Ejercicio y Cáncer: Puedes, y DEBES

cristina roldán jiménez

Bibliografía relacionada:

The effect of training interventions on physical performance, quality of life, and fatigue in patients receiving breast cancer treatment: a systematic review

An executive summary of reports from an international multidisciplinary roundtable on exercise and cancer: Evidence, guidelines, and implementation

The role of physical therapists in oncology: the great unknown

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Paciente oncológico

Ejercicio físico durante el tratamiento del cáncer

¿Puedo o puede el paciente realizar ejercicio físico mientras está bajo tratamiento oncológico?

Tras el tratamiento del cáncer, como el de mama, se produce una pérdida de fuerza muy marcada en las extremidades inferiores, que puede deberse tanto al daño en el músculo del propio tratamiento (sobre todo con antraciclinas) como al declive de los niveles de actividad física. Esto se traduce en menor capacidad para caminar, levantarse de la silla o subir escaleras. Además de la pérdida de función, el estado muscular guarda relación con la tolerancia al tratamiento, por lo que se hace indispensable mantener la masa muscular durante el tratamiento.

En este sentido, el entrenamiento de fuerza se presenta como una estrategia para contrarrestar esta pérdida en la fuerza, en la masa muscular y en la función de las pacientes. Cuando se realiza a altas intensidades (más del 85% de la capacidad máxima de la persona), se ha encontrado que produce mayores mejoras en la fuerza que en intensidades inferiores, y, en el caso de personas mayores, induce a la hipertrofia muscular, lo que sería muy interesante para mantener la masa muscular bajo el tratamiento del cáncer, aunque no se ha estudiado la seguridad y factibilidad de este tipo de entrenamiento en pacientes bajo tratamiento.

Este estudio analizó el efecto de un entrenamiento de alta intensidad en las extremidades inferiores sobre la fuerza muscular, la economía de la marcha, la masa muscular y la función en mujeres diagnosticadas con cáncer de mama a las que se les había asignado un tratamiento de cirugía (conservadora o mastectomía) y tratamiento adyuvante.

Las pacientes acudieron 2-3 semanas tras la cirugía y empezaron el programa una semana antes del tratamiento adyuvante y durante el mismo. La intervención consistió en realizar entrenamientos en las extremidades inferiores con una prensa, a una intensidad del aproximadamente 90% de 1RM (peso requerido para poder realizar sólo 1 máxima repetición de ese ejercicio) 2 veces por semana durante 12 semanas, y se comparó con un grupo control.

Ejercicio en prensa de piernas

Los resultados se pueden resumir como sigue:

  • Factibilidad y seguridad del programa: El 96% de las sesiones fueron completadas y la intensidad del protocolo fue alcanzada. No hubo efectos adversos.
  • Fuerza: Las pacientes del grupo de fuerza aumentaron su 1RM en un 20%, mientras que en el grupo control disminuyó un 9%
  • Masa muscular: Aunque no hubo diferencias entre grupos, hubo una tendencia al incremento en el grupo de ejercicio.
  • Función: El grupo de ejercicio mejoró la función en pruebas que medían gestos como caminar, levantarse de la silla y subir escaleras.

Este tipo de entrenamiento requiere menos de una hora a la semana y es costo-efectivo. Además, las pacientes alcanzaron la intensidad prescrita y tuvieron una buena tasa de cumplimiento. Por tanto, puede ser una buena opción para contrarrestar los efectos del tratamiento, aumentando la fuerza y la función durante el tratamiento adyuvante del cáncer de mama.

Estos resultados destacan también la importancia de incorporar ejercicio físico con fines terapéuticos, por lo que caminar a pesar de ser beneficioso suele ser insuficiente.

Es siempre bueno recordar que, es imprescindible una valoración previa por la fisioterapeuta antes de cualquier intervención de ejercicio, para poder garantizar la seguridad clínica. Los ejercicios siempre serán bajo supervisión sanitaria e individualizados. En el caso de estar bajo tratamiento, en fisioterapia valoramos cómo repercute este proceso en el estado físico del paciente.

Por tanto, ¿Puedo hacer ejercicio durante el tratamiento?

La respuesta es: Sí, puedes y debes, aunque con matices, por lo que es altamente recomendable el acompañamiento de un fisioterapeuta para que sea de manera individualizada y supervisada, y así poder garantizar los beneficios y la seguridad del mismo.

Fuente: Heavy Resistance Training in Breast Cancer Patients Undergoing Adjuvant Therapy. Med Sci Sports Exerc. 2020 Jun;52(6):1239-1247. doi: 10.1249/MSS.0000000000002260.